jueves, 4 de junio de 2015

Gas arruina la fiesta de Aurora

El cotejo Aurora-Quilmes fue empañado por inadaptados que tiraron químico. Jugadores argentinos se vieron afectados, pero continuó el juego

La esperada celebración por los 80 años del club Aurora estuvo a punto de interrumpirse debido a un ataque con gas lacrimógeno que invadió el campo de juego desde afuera del estadio Félix Capriles.

El partido entre Aurora y Quilmes, que era el plato fuerte de la celebración celeste, se paralizó por media hora. Sin embargo, la valentía de los jugadores de ambos cuadros, la firmeza de los dirigentes locales y el ímpetu del público hicieron que el espectáculo continuara y ni siquiera el ataque acabara con la fiesta.

Algunas personas de las tribunas y futbolistas sufrieron descompensaciones luego de que inadaptados arrojaran una bomba de gas a los 29 minutos del primer tiempo del encuentro internacional. Los poco más de 2.500 espectadores sufrieron los efectos del químico.

La organización determinó paralizar el encuentro, decisión sustentada por el mal momento de los argentinos, que se negaban a salir al campo de juego.

Media hora después, superada la negativa inicial lógica de los jugadores visitantes de continuar el compromiso, ambos planteles intentaron olvidar por unos momentos el incidente y coincidieron valientemente en seguir con el espectáculo.

El segundo tiempo, pactado a 30 minutos, selló el 1-1 final. Con un gol el contra, Lucas Carrizo concretó la ventaja en favor de Aurora y Jonathan Torres reivindicó a su compañero, de tiro penal para Quilmes.

Concluido el partido, que dejó un ambiente de impotencia generalizada, el presidente del Aurora, Bernardo Pavisic, visiblemente afectado por el ataque y firme en su determinación, distinguió al arquero Dulcich y a la leyenda de los tres palos celestes, José Issa.

“Pido disculpas de corazón a todos los jugadores y al público. Esta fiesta no debería haber terminado así”, dijo.

Dulcich, quien condujo al título liguero de 2008 al Equipo del Pueblo, agradeció la atención y lamentó el incidente. “Sabemos de qué club es el que arruinó la fiesta. De todos modos, siento una felicidad enorme y me pone la piel de gallina encontrar la cancha llena”, dijo. “No sé cuando, pero voy a volver”, agregó.

Algunos medios atribuyeron el incidente a hinchas de Wilstermann, que mediante las redes sociales habrían sostenido que arruinarían el encuentro.

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