lunes, 26 de febrero de 2018

El Trópico se pone tricolor

La fiesta del clásico tuvo su antesala en las tribunas y se vivió en las gradas del estadio Evo Morales, de la localidad de Ivirgarzama.

Desde tempranas horas de ayer, los amantes del fútbol se encaminaron rumbo a la sede oficial del partido entre Aurora y Wilstermann, a 224 kilómetros de Cercado.

Con banderas en los techos de sus carros, bocinazos y las camisetas de su equipo, los hinchas de ambos equipos emprendieron viaje a la población, que se encuentra al noreste de la ciudad.

Desde el mediodía, la gente empezó a colocarse en las graderías del escenario, pues “no quería perderse” el clásico cochabambino, que regresó después de tres años y 10 meses. Una auténtica espera.

En la previa, y a falta de casi media hora para el inicio del compromiso, ya había 15 mil personas, de hecho, más hinchas del aviador que de los celestes.

Incluso los comerciantes también vivieron el partido a flor de piel, pues quienes asistieron al encuentro no dudaron en adquirir alguna prenda de su equipo preferido.

No faltaron las barras de ambos elencos. Por un lado, la del local, los Califachos. La barra brava de los celestes no falló en la cita y llevó cerca de 200 personas; además de seguidores de la institución.

Por el otro lado, en la tribuna norte estuvieron los Gurkas, hinchada del cuadro rojo. Fue esta barra brava la que llevó más personas, pues todos se trasladaron en siete buses, algo más de 500 personas. Dato curioso, teniendo en cuenta que el conjunto dirigido por Miguel Ángel Zahzú actuó en condición de local para efectos de recaudación.

Otro de los factores “que jugó” en este clásico número 78 fue el calor. Los espectadores (e incluso los jugadores) tuvieron que soportar los más de 30 grados de temperatura. Fue así que el partido debió ser paralizado en la primera mitad para que los jugadores se rehidratasen.

La fiesta futbolera la vivieron todos. Uno de ellos ha sido el presidente del país, Evo Morales, que estuvo atento a todo lo que aconteció en el compromiso. Estuvo acompañado del ministro de Deportes, Tito Montaño, y el titular de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), el cruceño Carlos Ribera.

“Hoy (ayer) apoyo a los dos equipos. Ambos son cochabambinos y espero ver buen fútbol”, dijo Montaño.

En el escenario también se presentaron aquellos que sienten nostalgia por los partidos en el estadio Félix Capriles, recinto que es refaccionado para albergar los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018, de mayo.

“En el escenario de Cala Cala, las cosas pudieron ser mejores”, mencionó el hincha celeste, Daniel Guzmán, que llegó desde el municipio de Quillacollo.

Así comenzó y acabó el encuentro en Ivirgarzama, con más alegrías en las graderías que en el campo de juego.

5 centenas de Gurkas se trasladaron al recinto de Ivirgarzama. Lo hicieron en siete buses.

Policía controla los líos

Los efectivos de la Policía estuvieron atentos y pudieron neutralizar el inicio de un conflicto entre hinchas de Wilstermann y Aurora.

Luego de que el árbitro del compromiso, Raúl Orosco, decretara el final del partido, algunos simpatizantes de ambos clubes dieron paso a un altercado. De manera inmediata, la Policía intervino y terminó con cualquier posibilidad de que el problema creciera, en el estadio de Ivirgarzama.

Ello, teniendo en cuenta que el lance concluyó con un insulso 0-0 en el Trópico.

Mucho se esperaba del clásico cochabambino, que bajó el telón sin mayores resultados.

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