lunes, 12 de mayo de 2014

Pavisic, el milagro de Aurora

Con la mirada atenta a las jugadas y gritando instrucciones a jugadores de Aurora desde el borde de la cancha, Roberto Pavisic, se convirtió en el principal motivador, una especie de talismán de la buena suerte y la cábala futbolera a Aurora. Y es que el veterano de mil batallas en el deporte cochabambino marcó, con su llegada, el inicio de una etapa sellada por el milagro hecho realidad.

Mientras todos esperaban resignados el descenso directo de categoría y calificaban como un verdadero milagro el que ello no ocurriese, Pavisic llegó, vio y venció.

Es un segundo entrenador, que se caracteriza por brindar charlas motivacionales en el camarín y es un nuevo ejemplo más, de que no todo es estrategia matemática.

P: ¿Qué les dice a los jugadores antes de entrar a la cancha?

R: Lo único que hago es despertar a los jugadores, porque todos andan medio dormidos. En ese detalle tenemos una excelente relación con el director técnico Miguel Ángel Zahzu que se caracteriza como buen profesional y ser humano.

P: ¿Tiene alguna remuneración?

R: Qué voy a cobrar. Pago mi entrada para ingresar al estadio cada vez que jugamos como locales.

P: ¿Cómo se animó volver a las casamatas para apoyar en Aurora?

R: Yo vuelvo al estadio porque ahora el entrenador puede dirigir a los futbolistas al borde del terreno de juego y puede gritar lo que quiera, claro sin insultar al árbitro o el público.

Ahora mi labor es esa, gritar para que los jugadores marquen, salgan de la zona de peligro, toquen con velocidad, busquen el arco rival y sobre todo que marquen, porque si no marcan el rival nos cocina. Ahora el fútbol es para correr todo el tiempo.

P: ¿Por qué dejó el fútbol?

R: Porque el fútbol nunca me dio nada. Es más, gracias al fútbol perdí mi casa. Gracias al desastre con Wilstermann cuando nos clausuraron el estadio Félix Capriles, tuvimos que jugar como locales en Santa Cruz y La Paz.

En esa época pidieron los cheques de garantía para los jugadores de Wilster y los dirigentes no quisieron apoyar, pues yo como técnico aposté y nos fue como en feria. Perdí mi casa para cumplir con la gente del club Wilstermann.

El ánimo del plantel va creciendo cada fecha

Los últimos resultados positivos que Aurora logró conquistar jugando en condición de local y visitante, permitió que los jugadores eleven su autoestima y aspiren a conquistar la clasificación a Copa Sudamericana, ahora que salieron del descenso directo.

“En los últimos años, Aurora nunca ha ganado tres partidos seguidos, pero ahora en las últimas cinco fechas, el plantel se puso la camiseta con ese sentimiento de triunfo”, asegura Roberto Pavisic.

En Aurora existe un complejo de inferioridad

Según Roberto Pavisic, los jugadores de Aurora siempre tuvieron un sentimiento de inferioridad respecto a Wilstermann, su rival.

“Desde hace mucho tiempo, los jugadores de Aurora tienen un complejo de inferioridad que incluso yo lo viví cuando los dirigía. Basta recordar que nuestro grito de barra era ¡al empate!” cuenta.

Pavisic, considera que los tiempos cambiaron y el fútbol ya no tiene favoritos porque la entrega en el terreno de juego puede ser determinante.

La visión de los dirigentes es limitada en el fútbol

Roberto Pavisic recuerda que su experiencia en el fútbol nacional no fue de las más gratas y asegura que ello se debe a que en Bolivia no existe una visión institucional en los clubes de fútbol.

“Todos fueron desastrosos, porque nunca tuvimos verdaderos dirigentes deportivos. Todos sentían por su divisa, pero ninguno tenía la visión de volver un club en una institución”, dice.

“Esta situación se puede observar en Wilstermann y Aurora, ya que ninguno llega a los 5.000 mil socios y sus divisiones inferiores dan lástima”, apunta.


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